Paso de la Virgen

Antedecentes históricos:

Es en el libro más antiguo que posee actualmente nuestra Hermandad, en sus actas iniciales, se expresa en el primer inventario de bienes de la Cofradía lo siguiente: dos pares de andas, una de Nuestro Padre Jesús y otra de Nuestra Señora.

En un acta del cabildo de cuentas de aquellos primeros años se documenta por primera vez la realización de un paso para nuestra Virgen: Mas por descargo de un cajón y seis baras para el cielo, cincuenta y ocho reales: mas por descargo de ocho varas de olandilla para formar el cielo, treinta y dos reales; mas por descargo cuatrocientos noventa y cuatro reales que costó once varas de terciopelo a precio cada bara de cuarenta y cinco reales para el cielo de la Virgen; mas por descargo de la echura del cielo y tachuelas.

A finales del siglo XIX, según la inscripción en la peana que data de 1889 realizada del mismo metal que el resto de la orfebrería del paso, se aumentaría de seis a diez el número de varales, manteniéndose las medidas de este paso de cajón que hemos conocido por documentos gráficos, hasta el año 1962.

En ese año siendo hermano Mayor D. Francisco Brenes Vega se fraguó la decisión de reformar y ampliar el paso de palio. Durante esta etapa, influidos por las tendencias de cofradías de Sevilla, tales como Pasión o El Silencio, se trató de imitar las medidas de sus parihuelas, aumentándolas e incrementado el número de varales, también se cambió la posición de las trabajaderas de longitudinal a transversal, se le colocó por primera vez una nueva crestería, se estrenaron los actuales candelabros de cola de diseño más armónicos con el nuevo conjunto y se estrenaron nuevos respiraderos. A raíz de esta significativa transformación, quedó sustituido el antiguo y tradicional palio de cajón de diez varales, por el actual de doce y con crestería que conocemos hoy en día.

1.- Carpintería.

Parihuela y marco del techo de palio.

En el año 1993 se sustituyó la anterior de 1962, por otra de medidas algo más larga con idea de tener más espacio en el frontal del paso para su exorno floral, y de corregir el anclaje de los varales de las esquinas para facilitar la mecida del palio, ya que en la anterior estos descansaban justo sobre los zancos quedando más rígidos que el resto.

Después de los años nos hemos dado cuenta que fue un error esta modificación en la que se amplió la dimensión de la mesa ya de por sí grande, en vez de haber reducido la crestería para que hubiese quedado menos espacio entre los varales y su conjunto de esa forma más armónico. También es cierto que se tomó esta decisión por el costo bastante considerable que suponía alterar toda la crestería así como todos los paños de respiraderos.

Fue realizada en los talleres de Vda. de Villarreal, junto a la reforma y plateado de los respiraderos.

2.- Orfebrería.

Respiraderos.

Como colofón a la reforma del palio inicialda en el año 1961 se encargaron unos nuevos respiraderos que sustituirían a los anteriores de escaso valor artístico de finales del XIX, que junto a la peana actual y los antiguos varales, formaba parte del anterior paso de palio. Aún conservamos partes de estos respiraderos que se vienen utilizando en la decoración de los altares de cultos y en las andas de traslados de Nuestra Señora.

Los componen cuatro respiraderos de estilo plateresco en metal cincelado y plateado, ejecutados por Talleres Orfebrería Villarreal en 1962.

En el frontal va representada dentro de una hornacina, Sta. María Magdalena. En los distintos paños que forman el conjunto de los mismos, sobre medallones sobredorados, figuran escenas de la Pasión de Jesús.

Villarreal los restauró y plateó en 1973 y posteriormente en 1993 con motivo de la ampliación de la mesa del paso.

Crestería.

Desde la concepción del paso de la Virgen en el siglo XVI como tal, su tradicional forma fue la de cajón sin crestería. Sin embargo en la década de los sesenta tras la renovación de los lazos que nos unían a la Primitiva Hermandad del Silencio de Sevilla, tal vez influidos por la belleza de su palio y coincidiendo con la reforma que estábamos realizando, adoptamos a imitación, su estilo de techo de palio con crestería.

Está compuesta de cuatro moldurones con ingletes de metal cincelado y plateado que bordea el techo del palio. Fue realizada por los Talleres de Orfebrería Villarreal. La parte frontal de la crestería se estrenó en el año 1962, completándose el resto de la misma al año siguiente. En su parte delantera lleva el escudo de la Hermandad y en la de atrás el escudo de nuestra localidad.

Varales.

En el año 1973, durante el mandato del hermano D. Antonio Domínguez Párraga, se completó el trabajo de orfebrería del palio iniciado en la década anterior, encargándose doce varales nuevos en metal cincelado y plateado a los talleres de Orfebrería Villarreal. En anotaciones de actas queda reflejado: “Referente al capítulo de proyectos, el Sr. Hermano Mayor da cuenta a los presentes de la adjudicación de doce varales nuevos para el paso de Ntra. Sra. de los Dolores, además se han recuperado totalmente con baño de plata y oro los respiraderos de dicho paso”.

Los antiguos varales de una aleación de plata o plata mejicana, de la misma época que la peana (finales del XIX), fueron entregados al referido taller como señal de pago de los nuevos.

Peana.

Formaba parte de la orfebrería del antiguo palio, de estilo rocalla y estaba realizada con una aleación del plata, cincelada y repujada. En sus caras laterales están cinceladas las siguientes inscripciones “Construidos por los hijos de J. Meneses-Madrid” y “Propiedad de la Sra. Dña. Dolores Torres Quintanilla y sus herederos. 1889”. Al decir construidos, se refiere a la totalidad de la orfebrería del antiguo paso. En la actualidad aun se conservan además de la peana, parte de los respiraderos, algunos remates de los varales y dos candelabros de cola.

La familia Torres Quintanilla durante mucho tiempo fue benefactora y mantuvo una gran vinculación con nuestra Hermandad. La señora marquesa ostentaba el cargo de camarera de nuestra Virgen por lo que se encargaba de custodiar todas sus pertenencias, incluida la orfebrería del paso de palio.

Actualmente está invertida la posición de la peana con respecto a su diseño original, según se aprecia por las inscripciones antes descritas. Con toda seguridad se modificó en la reforma que experimentó el palio, de esta forma se consiguió un mayor espacio donde colocar la imagen de la Virgen y de su manto. En su posición tal cual fue diseñada se aprecian bastante mejor los detalles del labrado y gana en luminosidad. Fue restaurada por Orfebrería Villarreal en el año 1993.

Candelabros de cola.

Durante los años sesenta, el paso de palio experimentó un cambio sustancial de su fisonomía tal como se había concebido desde principios del siglo XIX. Como ya se ha comentado con anterioridad, se realizaron nuevas adquisiciones de orfebrería, de entre ellas cabe destacar dos magníficos candelabros de cola de guardabrisas en metal plateado y cincelado en 1965 por los talleres de Orfebrería Villarreal.

Ambos fueron gentilmente donados, uno por el hermano D. Jesús de la Serna Luque y otro por el hermano D. Francisco Brenes Vega.

Son armoniosos, elegantes y de muy buena hechura, de estilo neobarroco clásico con brazos en espiral que sujetan las tulipas de guardabrisas, a los pies de cada uno de ellos, van adosados dos ángeles ceriferarios.

Candelería

En 1993 en el Cabildo de Oficiales, el prioste primero, presenta una propuesta en la que se plantea la necesidad de estudiar un posible proyecto para la realización de una nueva candelería en plata de ley para el paso de Ntra. Sra. de los Dolores, dada que la actual en metal plateado y de escaso valor artístico y con una estructura muy defectuosa por el paso del tiempo, viene originando elevados gastos de mantenimiento y restauración.

Ese mismo año es presentado el proyecto de candelería en plata de ley diseñado por D. Francisco del Toro, de Orfebrería Villarreal, basado según indicaciones de los señores priostes, en los candelabros de plata del Altar Mayor de nuestra parroquia, principalmente en su parte central. Sometido a la habitual votación es aprobado por unanimidad de todos los oficiales presentes.

Con ilusión, el empeño de todos y con la ayuda de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Su Bendita Madre de los Dolores, se estipuló con el taller de orfebrería la realización de la nueva candelería.

Comenzaron los trabajos en ese mismo año y se terminaron en los plazos previstos. Así en la Semana Santa de 1994 se estrenaron los dieciséis candeleros de las tres primeras tandas: de noventa, ochenta y cinco y setenta centímetros. En la Semana Santa siguiente, serían las tandas cuarta y quinta, formadas respectivamente por doce candeleros de sesenta centímetros y otros doce de cincuenta y tres centímetros, las que se iluminaran por primera vez.

Siguiendo el ritmo de trabajo estipulado, en la Semana Santa de 1995, los orfebres finalizaron su labor, entregando a nuestra Hermandad las tres tandas que restaban, compuestas por doce candeleros de cuarenta y cinco centímetros, catorce de treinta y ocho centímetros y dieciséis de treinta centímetros respectivamente, siendo aceptada y de conformidad por esta Real Archicofradía.

El 15 de Septiembre de ese año 1995, conmemorativo del cincuenta aniversario de la bendición canónica de la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, nuestra Hermandad realizó con su Bendita Madre una salida extraordinaria. En aquella efeméride consiguió lucir en su paso por primera vez la nueva candelería completa, compuesta por ochenta candeleros repujados en plata de ley y repartidos en las ocho tandas por tamaños.

Setenta y ocho kilogramos fue el montante de la plata laminada invertida, y cuyo precio ascendió a 2.017.754 pesetas, cantidad desembolsada íntegramente por la tesorería de esta Hermandad. El costo correspondiente a la mano de obra fue sufragado gentilmente por un nutrido grupo de hermanos, que con su esfuerzo contribuyeron a tan encomiable obra patrimonial para nuestra Cofradía.

Jarras.

El 6 de julio de 1995 se aprueba el presupuesto y diseño del taller de orfebrería de Vda. de Villarreal, por un importe ajustado de mano de obra de 1.028.000 pesetas.

La cuantía de la venta de la antigua candelería tasada en 750.000 pesetas, se empleó en la adquisición de los 26 kg. de plata de ley necesarios para la hechura del referido juego de ánforas.

Lo componen dieciséis jarras de plata de ley, cinceladas y repujadas. Ocho van entre varales, de ellas, cuatro de 45 cm, dos de 40 cm y dos de 35 cm, y otras ocho pequeñas para la delantera del paso de 20 cm.

Llamador.

Realizado en metal plateado.

Gloria del techo.

Formada por una ráfaga o resplandor, de la que cuelga una paloma representando al Espíritu Santo, y situada en el techo de palio sobre la Virgen.

Está realizada en metal cincelado y plateado. En un asiento de cuentas se expresa:”30 de marzo de 1945. Una factura del resplandor de la Dolorosa, costó 605 pesetas”.

 

3.- Telas:

Techo, bambalinas y faldones.

En la actualidad nuestra Hermandad posee dos conjuntos de techo y bambalinas: Uno formado por techo, bambalinas, manto de salida y faldones todos en terciopelo azul pavo, diseñado y realizado en los talleres de Curquejo en Sevilla en 1989, que fue donado por el hermano José Brenes Vega.

Y otro de terciopelo negro de seda formado por el techo y el manto de salida. Lo confeccionaron desinteresadamente en el año 2000 un grupo de hermanas costureras así como los faldones en terciopelo de algodón.

De este antiguo techo de palio, se conservan y utilizan, las bambalinas, los cordones, la ráfaga de metal plateado y las estrellas, éstas últimas se pasaron al nuevo techo en el referido año 2000.

Este mismo año se restauraron en la cordonería Alba, los dieciséis cordones que rodean sobre los varales el techo de palio. Ascendió dicha reparación a 40.000 ptas.

Para la confección de los faldones se utilizaron 13 m de terciopelo de algodón, su precio fue de 47.450 ptas.

Para la hechura de este último techo y manto se compraron 25 m de terciopelo negro de seda en la sevillana tienda de tejidos José Antonio Canales, ascendiendo su costo a 96.000 ptas.

El encaje de 8 cm en oro fino para el manto se compró en Casa Rodríguez.

En el antiguo palio (manto, techo y bambalinas) realizado en 1960, se emplearon 42,75 m de terciopelo negro de seda de Lyon, comprándose en la capital en la tienda “Ciudad de Sevilla” por el precio de 55.801,75 pesetas. El encaje de oro y flecos costó 5.301 ptas., así como 16 cordones de oro fino para el techo de palio por 7.200 ptas., según factura de Pedro Gautier.

Donaciones de Sangre Año 2021

A causa del COVID 19, el lugar de las donaciones será en el Antiguo Bodegón – Plaza Vieja.

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